lunes, 23 de agosto de 2010

Golpe a la ilusión


Boca perdió 2 a 0 ante All Boys, un equipo recién ascendido que no había sumado ni un punto en lo que va del torneo. El equipo de “la ribera” se armó para campeón y está ante último en la general luego de los tres primeros partidos. Ahora se vienen Vélez (puntero con puntaje ideal) y San Lorenzo.
Gary Medel jugó en lugar del lesionado Cellay, la posición del chileno en el medio campo fue ocupada por Jesús Méndez, que abandonó la banda derecha, donde en este caso jugó Leandro Marín, ya que Clemente Rodríguez no estuvo por una lesión. Matías Giménez se movió por la banda izquierda para intentar ayudar a Marcelo Cañete (que se ganó la titularidad en la disputa con Escudero) en la creación de juego. El único jugador de Boca que anotó en este torneo, Lucas Viatri, tampoco pudo jugar a causa de un desgarro y se especula con que estará un mes parado. Pablo Mouche, su reemplazante, no pudo abastecer a Palermo en ningún momento del partido. Cañete estuvo impreciso y no se hizo dueño del equipo, mientras que Marín, al estar más preocupado por defender que por pasar al ataque, casi ni desbordo por su banda. Matías Giménez volvió a estar lento y apagado, por lo que Boca no pudo generar peligro en el arco defendido por Cambiasso.
Lucchetti salió tarde a un pase en profundidad y le cometió penal a Matos, quien a los 29 minutos del primer tiempo lo cambió por gol. Boca no se había recuperado del primer golpe y sólo 10 minutos después Domínguez cabeceó absolutamente en soledad en el área “xeneize” y anotó el 2 a 0, a pesar de que Lucchetti casi desvía el balón.
En el entretiempo, Borghi mandó a la cancha a Escudero por Cañete (que sufrió una luxación en el hombro izquierdo) y a Araujo por Marín.
All Boys le cedió la pelota y el terreno a Boca, que a pesar de mantener la posesión durante la mayor parte del segundo tiempo, no pudo generar chances claras de gol. Cristian Chávez sustituyó a Giménez y le aporto algo de frescura al juego, pero seguía sin generar peligro. El mejor de Boca fue Matías Caruzzo, quien no sólo estuvo ordenando al equipo durante todo el partido, sino que quitó varias pelotas y evitó ocasiones claras de gol.A medida que transcurrían los minutos, los “xeneizes” demostraron su impotencia cometiendo reiteradas infracciones, hasta quedar con 5 amonestados; y si Méndez y Medel no fueron expulsados fue porque Diego Abal (el árbitro) los perdonó en varias oportunidades.

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