domingo, 22 de agosto de 2010

River continúa de racha y venció a Independiente


En el mejor partido del campeonato, River volvió a contar con una cuota de fortuna y derrotó a un Independiente que no mereció perder. Funes Mori, en dos oportunidades, y Ferrari marcaron para el local, mientras que Silvera y Carrizo, en contra, hicieron los goles del Rojo.

Uno llegaba con puntaje ideal, el otro, con apenas un empate en dos presentaciones.Sin embargo, esa diferencia no se notó demasiado en algunos pasajes del encuentro. El conjunto dirigido por Daniel Garnero comenzó algo mejor. Con dominió del balón en el mediocampo, generó peligro por intermedio de Pacheco y Silvera. Pero River pegó primero. A los 9, a la salida de un tiro de esquina, Funes Mori apareció solo por detras de todo y empujó al gol. 1-0.

El Rojo sintió el impacto y mermó su juego. El local creció de a poco y comenzó a hacerse dueño de la pelota. No obstante, llegó el empate para la visita. Mareque, de lo mejor de Independiente, recuperó el balón en el circulo central, avanzó y habilitó de manera exquisita a Silvera, que de sobrepique y con zurda, fusiló a Carrizo. 1-1 y justicia.

Pero otra vez, como en casi todo el encuentro, cuando mejor estaba uno, el otro pegaba más fuerte. Un minuto después del gol del Cuqui, River volvió a aventajarse en el marcador. Tras una buena jugada, Lanzini cedió para un Funes Mori on fire que, en clara posición adelantada, puso el 2-1. Minutos fatales para Independiente, que instantes más tarde, recibiría un golpe casi de knock out. Buonanotte, en el borde del área, vio pasar a Ferrari por la derecha, le entregó el balón y el lateral, con un remate potente, venció a Gabbarini. 3-1 y a cobrar. Tres chances, tres goles. Pura efectividad para el local, que se iba al descanso con una ventaja que no merecía.

En el complemento, sin brillar ni mucho menos, Independiente se plantó en campo rival y buscó, como pudo, el descuento. Primero lo tuvo Pacheco, que solo frente a Carrizo, tardó una eternidad en definir y se lo perdió. Tras ello, Garnero mandó a Parra y Martínez a la cancha. El juvenil ex Vélez, hábil y movedizo, intentó cambiarle la cara al Rojo, aunque por momentos abusó de su individualismo.

River estaba parado de contra con Lanzini y Buonanotte por las bandas y Funes Mori expectante. Sin embargo, la visita se adelantaba en la cancha y anticipaba cualquier tipo de réplica. A pesar de ello, con el correr de los minutos, los de Avellaneda se desinflaron y ya no tuvieron tanto la pelota. El millonario tuvo algunos minutos de posesión absoluta de la pelota y enfrió el partido.

Pero sober el final del partido, Independiente tuvo varias chances para descontar. Silvera cabeceó por arriba y luego Vallés, también de cabeza, la mandó a centimetros del palo izquierdo. A los 44, un poco más de justicia en el marcador. Tras un cabezazo de Mancuelllo que dio en el palo, la pelota rebotó en Carrizo y puso las cosas 2-3 para la visita.

Quedaba poco para el final e Independiente siguió yendo. Parra le bajó la pelota a Silvera, que de zurda, hizo lucir al arquero millonario y ahogo el grito del empate, que hubiese sido lo más justo en el Monumental.

Pittana señaló el final y River es líder junto a Vélez, continua con la fortuna de su lado y se afianza como candidato. Mientras tanto, Independiente sigue sin ganar, anda con la suerte a contra mano y, para colmo, los arbitros siguen haciendo vista gorda cuando deben pitar para su lado.

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